viernes, 15 de junio de 2012

"LA TORMENTA"


Triste se ve el horizonte,
en esta oscura tarde de invierno,
mojadas están las calles
de un recogido pueblo,
y un aire frío, que las recorre,
acompaña a un fuerte aguacero.
El agua azota mi ventana,
yo, atizo al trashoguero,
y arrimo a las ardientes ascuas,
el tan sufrido puchero,
que parece, que le falta algo al hogar,
si no se le ve pegado al fuego.
Me acerco a la ventana,
y veo iluminarse el cielo,
y una hermosa filigrana,
se plasma sobre un lienzo negro.
Los intensos destellos de luz
de sus rechaces y requiebros,
ilumina la arboleda,
perturbando el profundo sueño
de los desnudos chopos y olmos,
un seco y sonoro trueno.
Me doy la media vuelta,
y le atizo de nuevo al leño,
como si él tuviese la culpa,
de este frío invierno.
Pero, como decía mi abuelo:
-¡Ya amainará la tormenta!-
-¡ya amainará este viento!-
-¡ya amainará este frío!-
-¡ya vendrá el buen tiempo!-
Mientras tanto, leña de encina
y chacina en el larguero,
en la alacena,
hogazas de trigo y centeno,
pitarra en la tinaja
y buen aceite lagarero.


SANTIAGO SERRANO BRAVO.

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